sábado, maio 31, 2008

extremos

Image Hosted by ImageShack.us


Ahora mismo estoy cansada cansada cansada cansada y en absoluta paz con mi propio yo de calcetines azul eléctrico. Pero me tumbo pies en alto en la cama del salón (porque soy posiblemente la única persona con una cama en el salón) y descanso lo cansada que estoy, llamo a mi padre que me da la receta perfecta del mojito ideal y dentro de unas horas seré anfitriona de lo que podríamos llamar una comida familiar. Dos parejas y yo de candelabro.
Me distraigo coloreando a Fidel y a Ernesto, que es de mis pasatiempos favoritos. Pienso un poco en tí y otro poco en lo rara que es la vida. Frente a mí contemplo un año resuelto al fin de nuevo lejos de casa. Juego a ser protagonista de una novela cutre sudamericana de esas que me fascinan al mismo tiempo que me resultan incomprensibles.
Las cosas están bien. Todo está en su sitio y mi habitación, como siempre, parece una leonera.

...
Mis ojos ven el producto del aburrimiento
Mis oídos escuchan "Dulce introduccion al caos", nuevo single de Extremoduro.

segunda-feira, maio 26, 2008

pequeña

Image Hosted by ImageShack.us

Yo, esa persona que no encuentra razón de ser a los san valentines, la misma que se olvidará de los aniversarios.  Soy borde pero siempre sincera, tengo el pelo rizo y me río si me viene en gana. Prefiero irme de cañas y ver realidad antes que encerrarme en mi burbuja del sofá con peli romántica como simple excusa para jugar a los enchufes. Después ya lo haremos, o mientras si ves que tal. Me gustan la buena comida y los vestidos y los zapatos de tacón. Puedo ceder en muchas cosas, pero no en los kiwis. Siempre me acuerdo de las estupideces más inútiles, porque tengo buena memoria y muchas ganas de chillar. No puedo convivir contigo si me tomas por tonta, que la carbonara me sale de rechupete. Ignoro si se me da bien la fotografía, pero dicen que soy buena en los primeros planos; y yo disfruto tremendamente con el ruidito del obturador. Kchs. No está en mi mente que mi útero albergue vida y no me casareé por la iglesia. Pero ser feliz es lo primero de en mi lista de futuro. Y lo seré, estoy segura. Pero eso es porque ya lo soy. Si fuese pobre y desgraciada todo me sabría amargo y creería que jamás alcanzaré el nirvana. Además los bizcochos no me saldrían tan esponjosos.
Por eso soy feliz, para ser la reina del souflé.

...
Mis ojos ven a Keith Richards.
Mis oídos escuchan la música horrible del vecino.

sexta-feira, maio 16, 2008

la mansión de mis susurros

Image Hosted by ImageShack.us

Predigo los acontecimientos desde el más puro negativismo porque sólo yo comprendo lo mucho que está en juego para mí. Que no es el lugar ni los acontecimientos, que es mi víscera principal esquizofrénica.
Sé que lo daría todo y al mismo tiempo comprendo que no tengo nada que ofrecer realmente, más que yo misma y parte de lo que he aprendido del mundo. 
Desconozco mi destino aunque lo obsevo ahí arriba, sobre mi cabeza, a punto de explotar sin que me de tiempo siquiera a resguardarme. Y eso que me lo advertí a mí misma.
Cuidé de no tropezar de nuevo y tropecé, he ahí el motivo de estos labios de sandía. Ahora me lastiman las heridas que estoy segura cicatrizarán de uno u otro modo, optando en este día gris por el alcohol que escuece pero es eficaz. 
Quiero cortar de cuajo y no puedo. No puedo. No puedo.

...
Mis ojos ven mis trasquilones
Mis oídos escuchan a Ismael Serrano

terça-feira, maio 06, 2008

patata fría

Image Hosted by ImageShack.us

María. 
Las cosas españolas sin tí no son lo mismo, porque te echo un porrón y tres cuartos de menos (aunque cuando regreses ni siquiera te de un abrazo y te diga que podrías haberte quedado en ese país que te tiene enamorada).
Me acuerdo mucho de cuando mamá se enfadaba porque nuestras bocas siempre estaban discutiendo entre ellas, y nos decía que las amigas se acaban pero las hermanas son para siempre. Ahora entiendo lo mucho que acertó progenitora con aquellos comentarios, porque llevamos sin pelear tanto tiempo que ya no me acuerdo de cuándo fue la última vez que te llamé estúpida.
Estúpida.
No me olvido del día en que me hiciste llorar porque me narrabas el guión de nuestros juegos desgraciados, y yo me había quedado dormida en el columpio porque tenía fiebre. Recuerdo el veintidós de enero en que llegó el enano a rompernos los esquemas, y ahora casi somos madres sin instinto maternal. 
No lo sé todo de tí, y tú nunca lo sabrás todo de mí. Pero aún así sé que estarás siempre en el asiento de al lado de este eterno concierto de Alejandro Sanz. Aunque ni a tí ni a mí nos guste un pelo este señor ahora. Pero fuimos adolescentes. 
Y seremos viejas, María.

...
Mis ojos ven un domingo de ramos de hace ya algunos años
Mis oídos escuchan a mi hermano dormir.