Ahora mismo estoy cansada cansada cansada cansada y en absoluta paz con mi propio yo de calcetines azul eléctrico. Pero me tumbo pies en alto en la cama del salón (porque soy posiblemente la única persona con una cama en el salón) y descanso lo cansada que estoy, llamo a mi padre que me da la receta perfecta del mojito ideal y dentro de unas horas seré anfitriona de lo que podríamos llamar una comida familiar. Dos parejas y yo de candelabro.
Me distraigo coloreando a Fidel y a Ernesto, que es de mis pasatiempos favoritos. Pienso un poco en tí y otro poco en lo rara que es la vida. Frente a mí contemplo un año resuelto al fin de nuevo lejos de casa. Juego a ser protagonista de una novela cutre sudamericana de esas que me fascinan al mismo tiempo que me resultan incomprensibles.
Las cosas están bien. Todo está en su sitio y mi habitación, como siempre, parece una leonera.
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Mis ojos ven el producto del aburrimiento
Mis oídos escuchan "Dulce introduccion al caos", nuevo single de Extremoduro.