segunda-feira, fevereiro 26, 2007

Modélate



Para que no se saquen la ropa.
Para que se la pongan
Para que la amen.
Para divertirme.
Para criticar.

Para todo eso (y mucho más), queridísimos lectores, me he embarcado en un nuevo proyecto muy "moda" y pocas palabras.

Si quieren visítenlo, ámenlo, enlázenlo.

Comenten aunque no tenga sentido su comentario.

Seguiré aquí, pero también allí.

Gracias.



PD: Infinitas razones para vivir.

segunda-feira, fevereiro 19, 2007

Look for

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El ser humano se pasa la vida buscando algo.
No pregunten el qué.
Lo más posible es que ni siquiera el propio "detective" lo sepa.

Recorremos kilómetros en busca del vestido perfecto y, ya de paso, del hombre perfecto para lucir el uniforme en cuestión. Vagamos a la deriva en busca de un beso, de un simple muac que haga que nuestra sangre alcance su punto de ebullición. Nos autoconvencemos de que si lo buscas lo encontrarás, a pesar de que la mayoría de las veces somos plenamente conscientes de que es absolutamente imposible. Es como la muchacha que se sienta a esperar al príncipe azul porque de pequeña lo soñaba con "La Cenicienta". Pero qué nombre más feo es "Cenicienta", y qué príncipe lila-clarito aparece.


Ingle buscaba a la Julia Roberts de la playa de La Tejita y en su lugar encontró a la empobrecida Nerea. Y no empobrecida de poco dinero, sino de hay-hija-mía-que-penita-da-verte.
Mantel buscaba en la consulta de un cardiólogo una respuesta adecuada a sus síntomas, y el resultado fue un nuevo corazón (premio más gratificante que una vulgar Nerea).
George sabe perfectamente lo que busca, una vida en la capital, cumplir su sueño, que ningún orangután le desprecie por su condición sexual.
629 ni siquiera sabe qué buscar, porque no encuentra la pregunta adecuada.

Yo busco algo que no estoy segura de poder encontrar, pero no desisto en la búsqueda porque ahí reside el secreto del hayazgo.

Buscar. Buscar. Buscar. Buscar. Buscar.

Buscona.


...
Mis ojos ven un fotograma de la película Amelie.
Mis oídos escuchan "Love will keep us together". Captain and Tenille

sexta-feira, fevereiro 09, 2007

Toc-toC

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A Edmundo le duele el corazón, y no lo digo en el sentido poético-metafórico de se-ha-enamorado-y-ella-no-le-corresponde.
No.
Lo digo porque nota punzadas intermitentes. Cada vez más frecuentes y fuertes.
No quiere reconocer que está preocupado. Pero yo sé que lo está porque ha llamado al cardiólogo y piensa donarle así-porque-así 150 moneditas.
Cierto es que su preocupación es justa y moderada, nada de Ay-Dios-mío-que-me-muero! ni Si-haces-que-me-ponga-bien-se-los-desato-a-San-Cucufato!.

Me he puesto a investigar, olvidando el 8.22 de nota de corte para medicina. Dejando volar la imaginación y los conocimientos. Por razones
ya explicadas descarté la sarcoidosis y las venéreas, que a Ingle tanto preocupan. Eliminé también de la lista el Síndrome del Shock Tóxico, ya que su principal causa es el uso de tampones, y Edmundo de eso nada. Tras tachar varias patologías coronarias comencé a barajar la opción de algo psicosomático. Edmundo, hombre preocupado por su salud, gimnasta-de-gimnasio habitual y no-fumador, reclamaba a gritos una enfermedad, algo de atención por parte del ministerio de Sanidad (al fin y al cabo él no recibe todos los dísa mensajitos del tipo fumar-provoca-impotencia).

Pero entonces reparé en los principales síntomas: Punzadas. Cada vez más frecuentes y más fuertes. Y todo coincidió.

El señor Edmundo, de corazón blandito por naturaleza, ha ido acumulando bondad durante todos estos años. Bien fuere intentando ayudar/comprender a su primo venezo-colombiano, o bien pretendiendo vengar la muerte de un pobre pajarillo-asesinado a manos de un gato. Los recientes hechos han provocado un aumento de su masa muscular cardíaca y a su pobrecillo corazón no le ha quedado más remedio que dividirse dando a luz a un pequeño musculillo-bombeador-de-vida. El bom-bom no soportaba la carga de tanta bondad sobre sus arterias y no le ha quedado más remedio que traer a este achatado mundo un vástago que le ayude en su tarea de amar y comprender.
Lo que nota, por tanto, Edmundísimo, no son más que las contracciones de su bolita-de-sandía. Cada vez más frecuentes y fuertes. El parto se avecina.

Ahora es el turno de alegrarse, señor Edmundo. Compre una cunita y móntela entre sus costillas. Hágase también con varias docenas de patucos, que los corazones tienen tendencia a tener los pies muy fríos y eso nos hace sentirnos tristes y deprimidos. Intente darle calor a su nuevo corazón y paciencia, que los nuevos sentimientos le despertarán en la noche y le privarán de horas de sueño.

...
Mis ojos ven un corazón alfileteado.
Mis oídos escuchan "Vamonó", instrumental, de Fito & Fitipaldis
.

segunda-feira, fevereiro 05, 2007

mi entrada número 100

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Me encuentro en una etapa crítica de mi vida. Época de reflexiones. Diariamente me pregunto qué haré en el futuro, cómo quiero que sea mi vida.

Una vez leí en una revista que el cantante de "Los Suaves", ese que tiene nombre de tortuga de juego de consola, vive solito en una cueva de un monte de Ourense. Allí, ermitaño, con sus cabras, pastoreando. Tan sólo baja a la civilización para grabar discos, dar conciertos y comprar cerveza.
Contemplo la vida de Yosi y en cierto modo le envidio, esa felicidad. Pero luego me imagino a mí misma sin poder ir al cine, o al teatro; sin poder mantener conversaciones insustanciales con Lore, o jugar al Singstar con Chisti, o viajar en el coche con Tere y la música a todo volumen. Me veo escribiendo a mano y sin poder mostrar mis palabras al cyber-espacio. Y comprendo que esa vida no es para mí.

Yo soy más de los Beatles, de flequillín y modas. Más de John Lennon, de haz-el-amor-y-no-la-guerra, de dejarlo todo por un amante oriental. Pero haré amor de verdad, no Paladín-a-la-taza.

Pasearé entre las multitudes, las calles de una gran ciudad me esperan. Puede que vuele llevando almas recién casadas hasta el mar Caribe. O puede que me dedique a hurgar en los cerebros ajenos con mis pincitas de acero quirúrjico. Puede.
Lo que sí está claro es que caminaré evitando los parques, que me dan mucho yu-yu, con ojos líquidos y labios de sandía. Cavilando con la mente fría y el alma ardiendo.
Y no lo haré por vosotros.

Permitidme ser egoísta.

Sino por mí.

Única y exclusivamente.

...
Mis ojos ven la portada de "A hard day's night", de The Beatles.
Mis oídos escuchan "Maggie". MClan.