segunda-feira, março 17, 2008

bah

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Transtornada me hallo en esta mi casa que sigue siendo mía aunque ya no respire en ella tan habitualmente. Con palillos chinos en la cabeza, que ahora parece ser que el pelo recogido me queda mejor que suelto. Porque un pez me ha hablado para decirme cosas bonitas que acaban empalagando como comer azúcar a cucharadas, y ya empieza a dar miedo su interrogatorio. ´
Porque él vive todavía en un mar de hormonas efervescentes en el que puede que yo no me vuelva a bañar, aunque a ratos sigo teniendo cara de cría.
Dios me manda mensajes al móvil, que si me muerdo tanto los labios acabaré por arrancármelos.
No soy tan seria, pero no me sale hacer el gilipollas, tal vez me intimides.
Las dos que conmigo forman el trío de ases siguen igual que siempre; me río, cantamos en el coche, bailamos en la calle, vivimos nuestras vidas. Pero son las mismas que dejé cuando me iba, tal vez con la lengua un poco más afilada; mejor todavía.
Bailemos despacito tres canciones, que la vida es lo suficientemente larga como para saborearla. Y si me muero mañana a tí te dejo este puñado de palabras cursis que de momento no tienen dueño (como yo, que soy un alma libre).
rechupeteable, amorenvena, cariño, cielo, amormío, hellokittie, winniedepooh, elcorazónblandito.
O de cómo escribir una entrada sin decir nada en concreto.

...
Mis ojos ven.
Mis oídos escuchan.

2 comentários:

Anónimo disse...

dios calla para escucharte

Unknown disse...

Dios es pelirrojo, y tu corazón siente. Por eso tu mente es de agua.