terça-feira, novembro 13, 2007

flúor

Image Hosted by ImageShack.us




Raro.
Es demasiado raro sentirse en casa estando tan lejos del hogar.


Te tumbas sobre ese colchón que no es el tuyo, la habitación huele a coco. Hablas con aquella que fue embrión en el mismo sitio que tú y parece mentira que estéis a infinitos kilómetros y un avión con transbordo en Bucarest. Entonces recuerdas que mamá, cuando os peleábais, decía que algún día os daríais cuenta de que compartíais la misma respiración y jamás podrían separaros...


Los días se hacen más difíciles porque el sol se va y la soledad acecha, las noches se hacen cada vez más largas y la mente vuela a mil pies de altura.


Pero entre el serrato mayor, el redondo menor y el supinador largo te das cuenta de que es lo que siempre has soñado, aún sin saberlo. Que luchas por aquello que nunca pensaste lograr, que has heredado de tu padre la necesidad de sentir pasión por aquello que haces, que la racionalidad es tu droga y tus impulsos nerviosos bailan al son de la ciencia.


"Nadie dijo que esto fuera fácil", te repites a tí mismo. Y te da pereza dedicar tu tiempo a la biofísica, pero entonces chocas contra el techo y recuerdas que en un mes volverás a casa.


Os sentaréis a la mesa, juntos de nuevo, y brindaréis por la distancia; llorosos los ojos de añorar vuestra presencia.



...
Mis ojos ven "Adán y Eva", una obra de Tiziano
Mis oídos escuchan "Fuego", Intoxicados. Para que vuestros oídos también la escuchen... click aquí.

8 comentários:

L.I.A disse...

¡Ay, señorita Nüsh! No sabe usted la de recuerdos que acaba de evocar su relato. Además, en mi caso, entre nombres de músculos y el coeficiente de viscosidad de la sangre, conocí a la persona con la que comparto mi vida. Así que sólo puedo agradecerle que me haya traído a la memoría esos momentos. Un afectuoso saludo.

L.I.A disse...

Srta. Nüsh, en primer lugar debo desvelarle un dato. Soy /doittomorrow, mejor dicho, lo era. Ahora soy otra / , cosa que usted averiguará sin problema, puesto que ya me ha visitado. Y me dedico a lo mismo que usted, con una diferencia, yo empecé la carrera a su edad, pero tuve que alejarme de ella un tiempo por algunos motivos. Más adelante, la retomé, me casé, tuve un hijo y estoy a punto de acabarla. Cuando dijo que había solicitado plaza en la Universidad de mi ciudad, me alegré mucho. Lástima que no haya podido ser, al final. Pero la veo a usted tan contenta y me recuerda tanto a mi que hace que todos los días me pase por aquí a leer.

María disse...

Las hermanas son más amigas cuando se separan. Lo sé por experiencia.

Odié a la mia hasta que comprendí que, separadas, estábamos más unidas que nunca. Ahora somos inseparables... pero cada una en su casa.

Las primeras navidades son duras... pero pasan.

May disse...

De sobra sabes que eres la primera, que no miento si juro que daría por ti la vida entera... y, sin embargo, un rato cada día, ya ves, [...] te cambiaría por cualquiera...


I miss you.

JOHNNY INGLE disse...

Yo no podría de ningún modo dormir en una habitación que huele a coco. Porque... vamos a ver: si huele a coco es probable que el coco esté a puntito de aparecerse y darte un susto de muerte.
Sería estar en vilo, pendiente de la aterradora visita. No no no: yo no podría dormir en una habitación con olor a coco.

(la compadezco, querida).
Lo del colchón tiene solución: compre en Ikea una hamaca para estudiantes desplazados, y... bueno, al menos la hamaca será suya...

nüSh... disse...

Señora Psique, ¿y cual es su ciudad, si no es mucho preguntar?

María.
No hace falta que lo jure. En mis propias carnes lo estoy viviendo.

May.
[i]porque una casa sin tí es una embajada, el pasillo de un tren de madrugada...[/i]

Señor Ingle.
No tengo miedo al coco. Mezclado con ron está fresquito...

L.I.A disse...

La Laguna, Tenerife. Me parece haber leído que se lo decía al sr. Ingle. Si no recuerdo mal.

JOHNNY INGLE disse...

Vaya, Sra. Psiche, usted viviendo ahí al lado como quien dice y me la vengo a tropezar aquí, entre los virtuales caramelos de algodón.

Esto es peor que al muchacho eso al que metieron en la cárcel por robar muebles virtuales.

Bueno, si la veo por la calle vestida de los años 70 la reconoceré.

Yo todavía guardo en mi memoria las prendas de vestir de aquella época, pues estaba cargando mi sistema operativo, como quien dice.

Ciao.