sexta-feira, dezembro 15, 2006

un hecho vale más que mil palabras

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Ojeo el periódico todos los días en el recreo. Hoy hablaba de Loyola y de un joven que le manoseó a la novia de otro y lo pagó siendo encerrado en el maletero de su coche durante toda la noche. Hablaba también del nieto de Pinochet, que irrumpió en el funeral de su abuelo, discurso en los labios. Quiere méritos para el viejo.
Otro nieto en portada. Este de abuelo asesinado y torturado por la dictadura. No pudo reprimir sus impulsos y escupió al féretro en pleno velatorio. Decían aquellas letras negras sobre fondo blanco que fue ira, rabia porque se haya ido sin pasar por manos de la justicia...

...
Mis ojos ven la ira. Creo que es la primera vez que la historia es testigo de un hecho así. Venganza por la sangre derramada. Pero los muertos no padecen.
Mis oídos escuchan "Labana". Alejandro Sanz.

3 comentários:

Anónimo disse...

Ese tío se tenía que haber muerto gritando de dolor.

Dave Aiman disse...

Fue un acto decadente el de realizarle un evento oficial por su muerte...Haran lo mismo con los muertos a manos de el?

Prefiero no tocar este tema que me duele tanto...

Absurdo Rutinario disse...

No es la primera ocasión que un dictador, o un asesino de masas, se libra de un juicio terrenal. Tampoco será la última. Estate segura de eso.

Puedes pensar como yo hago y digo en los blogs. Ironicamente este personaje va a caer en la única democracia verdadera del universo: El infierno. Allí Lucifer no hace distingos. No hay un hueco especial para nadie. Todos son tratados igual.

Y no puedo evitar una sonrisa al decir esto. Lo siento.