quinta-feira, dezembro 07, 2006

robando la Navidad

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Hoy como llovía mucho en la calle Loreto y yo nos fuimos a tomar un capuccino (Cristina no pudo venir porque tenía que llevar a su gata al veterinario).
A la salida de la cafetería lo vimos: un pequeño árbol iluminado de cuyas ramas pendían docenas de esferas purpurinosas azules y plateadas, cuya calidad indicaba una innegable procedencia de bazar chino.
Fue entonces cuando nuestra personalidad delictiva superó a la bondad interminable y, con toda la cara-dura-pero-bonita del mundo, nos metimos una en el bolsillo. Creedme, amiguitos, lluvia y purpurina no se llevan nada bien. Con las manos totalmente cubiertas de plateados y azulados brillos corrimos a buscar a Cristina; y juntas recorrimos las calles. Empapadas, con el agua hasta los tobillos y la risa floja.
Tonterías como esta hacen que el día a día merezca la pena.
Ya podéis juzgarme.
...
Mis ojos ven al Grinch, que roba la Navidad.
Mis oídos escuchan a la voz de mi conciencia, que se está desgañitando de risa.

6 comentários:

JOHNNY INGLE disse...

Estoy seguro de que has robado con el mismo móvil que Robin de los Bosques: Es decir, que pillaste la bolita para adornar el árbol de un pobre...

Por otra parte, la bola era del Ayuntamiento, supongo, cuyo Alcalde será corrupto, supongo. Entonces, el que roba a un ladrón tiene cien años de perdón..

Así que don't worry con la conciencia.

Anónimo disse...

Voy a chivarme xDDD

Está bien robar chapas en el Bershka, pero no en una cafetería de pueblo, hombre ya.

nüSh... disse...

Johnny, lo cierto es que no era del ayuntamiento, pero a los dueños de la cafetería le está bien empleado. Antes en aquel lugar hacían las mejores copas de helado y los más sabrosos capuccinos. Pero cambió de dueño y ya no es lo mismo... No me siento culpable porque acababan de "robarnos" 1.80 por una copa mediada de café y un centímetro de nata (antes la copa rebosaba nata y café).
Hermanita mía, no se si está bien o mal... pero fue graciosísimo. Con el agua la bolita comenzó a desprender purpurina e íbamos las tres caminando y dejando huellas luminosas cual haditas de la buena suerte... De eso de que está bien robar chapas en el Bershka tampoco me fío yo mucho...

Anónimo disse...

Pues ése es un pecadillo de esos sin importancia.Si mal no recuerdo, uno de los mandamientos (no me acuerdo número) dice: "No robarás", pero una bolita de navidad no es nada grave. Por ese pequeño hurto Don Nicolás sólo te mandaría rezar un padrenuestro (como mucho).Otra cosa habría sido que Loreto y tú os hubiéseis llevado el árbol entero.Entonces Nico-Nicolás se pondría muy colorado-enfadado-y más adjetivos-negativos-acabados-en-ado y os mandaría rezar todas esas oraciones de las que (seguro) ni os acordáis.Desde mi habitación lluviosa y como cual cura de pueblo te doy mi bendición y te digo:Yo te absuelvo.No puede ser pecado algo que hace reír y pasar un buen rato a unas buenas amigas.
P.D.El otro día en Stradivarius me probé un jersey de brillos (como tu bola) pero lo mejor eran, sin duda, dos chapitas que tenía.Una de ellas me combinaba genial-genial con una chaquetita monísima (no tanto como las tuyas o las de Falinda) y,por un momento pensé:Jo, Candela qué guapa estarías con la chapita.Lo malo es que la otra Candela se sintió mal al momento y ahí quedó el jersey con sus dos chapitas. A veces me gustaría matar a mi conciencia por repelente y odiosa...

Maika disse...

Creo que la delincuencia ocasionalprovocada por una alteración sensorial (obviamente provocada por la lluvia y la purpurina de la susodicha bola) son causas más que excluyentes de delito. Ademñas que íbamos a hacer nosotras sin tu compañía (que guía nuestros caminos interneteros, ajja)
Otro beso (y que conste que me encantan las sandías jaja)

. disse...

A mí lo que me preocupa es la gata enferma: espero que no la hayan acariciado con las manos húmedas y purpurinosas, porque en el mundo de los gatos que te llenen el pelo de purpurina china es la peor ofensa que te pueden hacer. Lo sé porque yo tuve una gata durante muchos años y siempre me lo decía, me decía: "Mantel, no me acaricies nunca con la manos mojadas de lluvia y de purpurina china".

Perfectos Saludos.