odio al revés es oido

Hay muchas cosas que odio, como que algo roce mis uñas justo cuando están recién pintadas. O tener los pies mojados. Odio que siempre que me pongo falda, como hoy, Eolo se deje los pulmones soplando. No soporto que se me gasten las tapas de los tacones, ni que me lean por encima del hombro. Me gustaría estrangular a aquel que, justo cuando viene lo gracioso de la anécdota, me interrumpe y destripa el final. Y también condenaría a muerte al que canta una canción mientras está sonando otra.
En algún lugar de esta infinita lista de cosas-odiosas se encuentra esa canción de Amaral que habla de sus amigos. Mi reacción habitual al escucharla es cambiar de emisora (ponerme a refunfuñar en caso de que esté en un pub). Ayer sobre las dos del mediodía iba yo en el coche con mi madre y comenzó a sonar. No pude cambiar porque a ella le encanta. Volvió a sonar más tarde, sobre las seis, cuando veníamos de llevar a mi hermana de la estación. De nuevo a escucharla. Fue entonces cuando me dí cuenta por qué la aborrecía: porque habla de todo eso a lo que yo temo.

Me produce infinita tristeza y lágrimas-de-cocodrilo el tener que zarpar próximamente rumbo a la universidad; porque eso significa perder contacto con ellas. Son tres, Tere-Lore-Cris. Se que no tiene por qué desparecer ese cuanto-te-quiero-amiga-mía, pero es inevitable que perdamos contacto, en mayor o menor medida. Las llamaré todos los días, con suerte nos veremos los fines de semana y festivos, pasaremos las vacaciones juntas y las iré a visitar muy a menudo. Pero ya no será lo mismo. No podré hacer el tonto con Cris las 24 horas del día, ni entablar larguísimas conversaciones con Tere en el Coche, ni sentarme en los bancos de la plaza a ver pasar chicos con Loreto cuando me apetezca.
"Alicia fue a vivir a Barcelona y hoy ha venido a mi memoria. Claudia tuvo un hijo y de Guille y los demás ya no se nada"

No quiero dejar de saber de ellas. Al fin y al cabo son mi piel... y me siento desnuda sin epidermis.

...

Mis ojos ven un trío de ases sobre nieve: Cristina, Loreto y moi.

Mis oídos escuchan "Acabo de llegar". Fito y Fitipaldis.