flash

"Ok, darling. Siéntate y escucha con atención porque no pienso repetirlo. El caso es que creo que hoy no me has entendido bien. Dices que no me reprochas nada. Y yo creo que sí. ¿El qué? No ser mejor amiga... tuya o de otras personas, tanto dá. Pues bien. Quiero que cierres los ojos y pienses. ¿Qué tipo de favor o ayuda me has prestado tú para que creas que yo debo ser mejor amiga? Cítame dos ejemplos y esta conversación quedará zanjada. Tan sólo dos. Y dime... ¿no lo he dado todo yo al 100%? ¿Quién salió de casa a las once de la noche porque necesitabas un hombro sobre el que llorar? ¿Acaso no te acompañé a cenar múltiples veces porque estabas sólo? ¿No me pasé varias noches de fiesta hablando contigo, porque decías que el mundo te daba la espalda? ¿Te ayudé cuando no tenías manera de ir a reconciliarte-separarte de aquella persona que te había traicionado? ¿Quién intentó que no te hundieses tras conocer el veredicto de aquella visita? ¿Estoy equivocada cuando digo que jamás te ofreciste a llevarnos en coche a pesar de que tanto Cris como yo te paseábamos en el cuatro-ruedas permanentemente? ¿Nos ofreciste alguna vez ayuda para pasar los apuntes a ordenador? ...Pero sin embargo exigías que se te diesen cuanto antes...
Todas esas cosas no las hice para que tú tuvieses que rendirme homenaje el resto de tus días. Lo hice porque se supone que era tu amiga. De tu boca ahora salen palabras que me dicen que la amistad no es un pacto de favores. Claro que no, cariño, pero es que esto roza el parasitismo. Me exiges que trate a aquella persona a la que llamas amiga y tratas como una más como a mis niñas. Porque sólo ellas son mis niñas. Y, aún a riesgo de sonar poco ortodoxa, te diré que no, que no me da la gana. ¿Por qué? Pues porque se predica con el ejemplo, monada. Y si tú quieres que ella se divierta y salga pero no la llamas para hacerlo, aunque sólo seáis dos, no me culpes a mí por no hacerlo. A lo mejor es eso... que tienes miedo de que ella se dé cuenta de que realmente el que no le hace ni caso eres tú. A lo mejor por eso le dijiste que yo era la que no la había llamado para ir a Santiago aquel día de verano a pesar de que habías sido tú el que organizaste todo... A lo mejor.
Te dije un día que un amigo tiene que saber ceder en algunas ocasiones, y que por eso yo acompañaba a Loreto al concierto de aquella banda horrible de salsa-merengue. Y tú, que te haces llamar amigo, ni siquiera cedes en el sitio de clase (porque ella se quería sentar delante con nosotras).
Excusas el poco apoyo que recibí por SU parte cuando mi padre se puso mal con el hecho de que casi no nos conocíamos. Pero te diré que yo llevaba llendo todas las tardes a clases con ella, desde hacía casi cinco meses. ¿Humanidad? Ni siquiera eso...
...Ninguno de los dos me habéis dado nada, así que no estamos en deuda. No tengo nada que agradeceros, ni pido que me lo agradezcáis, porque lo hice con el corazón. Nada va a seguir igual que antes, porque a mi modo de ver me habéis fallado. Llorabas en verano porque anualmente un amigo te dejaba. Y me preguntabas por qué. No supe darte respuesta, pero ahora ya te dije, cariño, que a mí me estás echando tú de tu lado.
A partir de ahora puedes odiarme, patalear, gritar, insultarme, ponerme motes relativos a mi físico. Y yo te añoraré, pero no te echaré de menos porque no se puede echar de menos algo que nunca has tenido. Porque nunca has sido de nadie, sólo tuyo.
Aceptaré disculpas, si reconoces haberte equivocado. Ella no me importa tanto, es duro pero es así. Me he cansado de dar y que jamás se me de nada a cambio, cero. Todo lo contrario. ¿Os ofrezco un dedo? Zaca! Todo el brazo!
Para rematar te diré, honey, que jamás te mentí. Ambos me caíais muy bien. Pero si queréis seguir estropeándolo... adelante."

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Mis ojos ven una manzana. Atravesada por una flecha
Mis oídos escuchan el nuevo disco de Alejandro Sanz. Pista 5. En la planta de tus pies.