Llevo toda mi vida, mis dieciséis primaveras (que son pocas pero bien aprovechadas) intentando ser feliz. Y hoy me he dado cuenta de que lo soy. He renunciado a alcanzar la felicidad absoluta al caer en la cuenta de que no existe. Siempre hay -y habrá- alguna mosca rondándonos la oreja. Podemos acercarnos al éxtasis-felicísimo ignorándola, pero siempre estará ahí.
Así que hoy he caído en la cuenta de que eso de que la felicidad está en las pequeñas cosas es una gran verdad. No tengo pareja ni planes de, mi padre se recupera de un fuerte golpe y hay algunas discusiones que me dejan mal sabor de boca durante horas, tal vez días. Pero tengo ahí a mucha gente... y sigo extasiándome con mis grandes-medianas-pequeñas pasiones.
No gozo -ni espero hacerlo nunca, qué aburrimiento!- de absoluta felicidad. Pero de momento paso el rato llenando el saco de la alegría con risas, zapatos y montañas de chocolate.
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Mis ojos ven a John Galliano
Mis oídos escuchan "Setenta y nueve" de M-Clan
3 comentários:
La felicidad esta en las pequeñas cosas y en los buenos momentos y tu eres una de las personas que cada día me ayuda a ser un poco más feliz, por las pequeñas cosas y los buenos momentos que compartimos por eso GRACIAS!!
Tienes un blog que me encanta, es tan vital...Y me ennnata que tan joven hayas descubierto eso; tienes sensatez y estilo; que mas puedes pedir????jeje
Besos Chic de un aficionado a tu blog!
Dave, como sigas alabándome me lo voy a creer...
Elena, no te preocupes, que por experiencia propia te diré que los malos tiempos son siempre efímeros. Lo único que tienes que hacer es intentar buscar el lado bueno de todas las cosas (porque, por duras que parezcan, lo tienen SIEMPRE)
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