terça-feira, outubro 31, 2006

día de mortos

Image Hosted by ImageShack.us


Image Hosted by ImageShack.us


Image Hosted by ImageShack.us


Image Hosted by ImageShack.us


Image Hosted by ImageShack.us


Image Hosted by ImageShack.us


Siempre me ha encantado el día de difuntos por su increíble colorido y su gusto a azúcar y almendra. Adoro esa tetricidad excéntrica y casi cómica de los cementerios llenos de flores, niños y niñas vestidos con sus mejores galas rindiendo homenaje a personas que generalmente ni siquiera conocen -o recuerdan. Las lápidas abandonan su gris habitual para vestirse con pétalos de flores.

Me alegré mucho cuando contemplé la representación que Tim Burton hace del mundo de los muertos, llamémosle más-allá. Un universo paralelo pero muy cercano a este, en el que uno puede encontrarse con las cosas más extrañas, nada es raro o anormal y todos viven en consonancia consigo mismos.... ¡Mira! ¡Me falta un ojo! ¡Qué hermoso hueco!

Cuando era una cría que casi no levantaba ni medio metro del suelo vivía con ilusión estos tres días en los que la muerte se convierte en el epicentro. El treinta y uno clavaba mis manitas en la fría pulpa de las calabazas, recortaba ojos y sonrisas aterradoras llenas de felicidad y las colocaba amorosamente encendiendo la vela para que aquella luz tenebrosa resaltase el ambiente cadavérico del oscuro jardín de grandes camelias. El uno de noviembre era genial, porque no habí clase. Acompañaba a mi madre a la floristería y elegía el centro que más me gustaba para llevar yo al cementerio (generalmente era el más colorido). Caminaba por las calles de mi pueblo orgullosa de mis flores, que me parecían las más bontias de todas. El dos, día de muertos, también me encantaba, porque cuando llegaba de clase sabía que encima de la mesa me esperaba una enorme bandeja de huesitos de santo. Gloriosos dulces de almendra rellenos de las más increíbles substancias y bañados en chocolate blanco, chocolate negro o brillante almíbar. Cañitas rosas, blancas, verdes, marrones o amarillas. Todas ellas ordenadas por colores, en filas y cuidadosamente colocadas sobre las bandejas de blancas puntillas.
...
Mis ojos ven las cosas hermosas del día e muertos.
Mis oídos escuchan Tiempo. Jarabe de Palo

sábado, outubro 28, 2006

tres "tristes" tigres...

Image Hosted by ImageShack.us


Hoy hablaré de ellas porque me lo han pedido. "A ver cuando nos dedicas un post", dijo una. "Eso, eso" Replicó la otra. Y, a pesar de que jamás escribo por encargo, he considerado la idea y voy a hacerlo, no sólo porque se lo merecen, sino porque yo hablo de lo que me da la gana.

A la señorita de la izquierda la conocí cuando yo estaba más cerca de ser una semilla que de ser una persona. No recuerdo la primera vez que hablamos, sólo sé que jamás hemos dejado de hacerlo. A los siete u ocho años fue coronada reina-de-las-palabras, título que le costó varios meses castigada en clase, confinada en una mesa solitaria, separada de aquellos que más la queríamos. El profesor alegó "imposibilidad para callarse y desconcentración por parte de sus compañeros de aula". Valiente, sobrevivió a aquel aislamiento y actualmente continúa ejerciendo su mando.

El personaje de la derecha llegó a mi vida algo más tarde, cuando yo tenía alrededor de nueve años. ¿Amor a primera vista? En absoluto, la primera vez que me entró por el ojo sentí una profunda indiferencia. Lo siento amore, pero es así. Era una niña nueva en el colegio, muy morena de piel y pelo, con increíbles dotes para el brilé y los tazos. Un año más tarde una traición común nos unió y jamás hemos vuelto a separarnos. Lore es especialista en chilliditos de fan y en localizar chicos guapos (ninguno escapa a su visión láser). Juntas hemos descubierto múltiples maravillas, charcos de infinita profundidad sobre los que saltar, hombres extra-flexibles, niños violentos-palomicidas, señoras cuasi-momificadas, almas de viejecillos atrapadas en cuerpos infantiles...

Nuestras respectivas familias nos han puesto múltiples motes, "las tres Marías", "el trío de la Bencina", y un largo etcétera. Pero a nosotras nos da igual todo, dedicando nuestro tiempo libre a caminar por las aceras de este envidioso pueblo riendo como locas. "Parece que estamos borrachas", digo yo. "¿Y qué más da, si somos felices?" Contestan a coro.
...
Mis ojos ven los tres pies de un trípode.
Mis oídos escuchan "What'd I say". Ray Charles.

la línea de tiza

Image Hosted by ImageShack.us


Ayer en el recreo mi hermano y tres o cuatro de sus amigos han competido por la Marilyn Monroe de segundo de primaria. Una carrera. Carrera corriendo, ni carrera metáforica ni carrera de estudios. El primero en llegar a la línea de tiza pintada en el suelo era el vencedor. El premio: un beso de la susodicha. Ella es pequeñita pero resultona; muy morena de piel y con largos tirabuzones negros. Es de esas niñas que sabes que serán insoportables de mayores. El vencedor ha resultado ser mi consanguíeno, y al llegar del cole me ha narrado con voz ilusionada y mejillas sonrojadas el casto beso de su Julieta. "¿Y los demás niños qué?¿Ellos se quedan sin novia?", pregunté yo. "¿Cómo se van a quedar sin novia? Lo que pasa es que a ellos les tocan las otras chicas".
Así de simple. Los demás renacuajos no han cruzado la línea de tiza a tiempo, así que han de buscar el amor en otra parte.
Me pregunto entonces por qué no es tan fácil siempre. ¿Por qué no podemos olvidarnos de todos esos líos de amor en los que es incapaz deshacer los nudos? ¿Por qué seguimos dando tirones en lugar de limitarnos a trazar líneas de tiza?
...
Mis ojos ven a una mujer a la que el amor le hizo una gran putada. [Portada de Vogue América]
Mis oídos escuchan la "Crystaline green". Goldfrapp [no soy capaz de subirla... así que si queréis escucharla tendréis que bajárosla]

quarta-feira, outubro 25, 2006

vinCent maLoy tiene sieTe años, es un niÑo amaBLe pero aLgo huRaño...

...
Todo mi cuerpo se estremece con Tim Burton

he aquí la esclava del señor

Image Hosted by ImageShack.us

RICITOS-DE-ORO: En mi instituto hay un profesor de gimnasia que está-que-cruje. Más que guapo es atractivo. Moreno de ojos grises. El caso es que nos tiene a todas loquitas. Tiene guardia de biblioteca los viernes en el segundo recreo. Te aseguro que este año ha aumentado el nivel de lectoras femeninas los viernes.
PAPÁ-OSO: [riéndose] Cómo sois las mujeres hoy en día. Antes a clase se iba a estudiar...
MAMÁ-OSA: eso lo dirás tú... recuerdo que cuando Del Río empezó a dar clase de matemáticas en el instituto todas estabamos loquitas por él
PAPÁ-OSO: La diferencia es que vosotras no os atrevíais ni a mirarle y ellas le persiguen. Ahora las mujeres llevan la iniciativa, son más hombres que nunca.
MAMÁ-OSA: Gracias a Dios.
PAPÁ-OSO: Amén.
...

Mis ojos ven que podemos hacerlo
Mis oídos escuchan "Cry". Janis Joplin
Mi mente os recomienda "He aquí la esclava del señor", un libro de Luis Otero

terça-feira, outubro 24, 2006

música maestro!

Image Hosted by ImageShack.us

Música de piratas ilustrada con un bellísimo ejemplo.
(Dicen que a las mujeres nos gustan los chicos-malos, que no los malos-chicos.
La verdad es que si tengo que elegir entre mi soñado capitán Jack Sparrow y el buenazo de Mark Darcy en Briget Jones no lo dudaría ni un segundo y me lanzaría al océano bien agarradita a las rastas del pirata.
Y a nadar que son dos días!)
...
Mi corazón agradece a Tere que me enseñase a poner música.
Mis ojos ven a mi soñadísimo capitán Jack Sparrow
Mis oídos escuchan "Murphi", una canción de A Banda de Poi interpretada por un niño portugués (el que más se escucha) y uno gallego. Preciosa historia de un cuervo pirata. Disfrutadla.


Image Hosting | Video Hosting | Myspace Games

sábado, outubro 21, 2006

Safari

Image Hosted by ImageShack.us

Perdí mi rotulador verde, ese que pinta suavecito, el que uso para subrayar el Vogue (sí, soy así de patétita). Y ante la angustiante idea de no volver a verle más, me dispuse a investigar y revolver todos los cajones de la casa hasta dar con mi preciado tesoro. Como una no es tonta, la primera persona en la que pensé fue en mi maravilloso hermanito tócalo-todo.
Y caminando despacito, armada con un afilado cuchillo y mi rifle favorito (ese que es de color rosa bebé), me adentré en el hábitat natural de ese fascinante -a la par que peligroso- ser: el niño pequeño.
En aquel estupendísimo lugar topé con maravillas que ya hubiese querido para sí Marco Polo. Millares de piezas Lego de todas las formas y tamaños, con sus protuberancias cilíndricas más cilíndricas y más protuberantes que ninguna vista anteriormente. Hordas de Action-Man mutilados, heridos de guerra al cuidado de unas bellísimas y rubísimas enfermeras Barbie que se paseaban en cueros por el improvisado hospital. Rotuladores de todos los colores, formas y tamaños (pero ninguno era el mío y además ninguno pintaba). Gomas de borrar que en lugar de borrar pintaban. Y millones de tesoros más que simplemente son indescriptibles.
Enseguida descubrí que en aquel fascinante lugar decorado con pósters de los Chicago Bulls habitaba una tribu un tanto peculiar: los soldaditos de plástico verde-militar. Al igual que las abejas, esta comunidad se dividía en estratos sociales: estaban los "reptadores", que siempre iban arrastrándose; los "apuntadores", que lejos de esconderse cerca del escenario en las obras de teatro clavaban el ojo en la mirilla de sus flamantes pero verdes armas de fuego; los "observadores", que jamás despegaban de sus globos oculares los prismáticos; y el grupo más numeroso, los inválidos, veteranos de guerra cuyo verde empezaba a palidecer, la mayoría privados de alguna de sus extremidades -o incluso de la cabeza-.
Las rodillas me temblaban con tan sólo imaginar una lucha contra aquellos salvajes, que intentarían descuartizarme usando para ello sus cortantes bordes. Pero no podía abandonar a mi rotulador; de modo que continué avanzando. Poco a poco me fui aproximando a la mesa de noche del chamán de la tribu, aquel que yo consideraba mi hermano. Y tras numerosos intentos de abrir el cajón mis fuerzas vencieron al mueble y éste me mostró sus maravillas. Docenas de miles de cromos, grapadoras y demás material de oficina anteriormente posesión de mi hermana, algún que otro caramelo derretido y... mi rotulador verde!
...
Mis ojos ven a Osa Johnson, exploradora
Mis oídos escuchan la 6ª sinfonía de Beethoven, la mejor música para irse de safari

sexta-feira, outubro 20, 2006

monde dépêché

Image Hosted by ImageShack.us


Si ya antes me parecía que el tiempo pasa volando, en este nuevo curso con vistas a la Selectividad, los minutos se parecen cada vez más a Michael Johnson.

Su majestuosa realeza (léase yo) pone el despertador varias veces desde las seis de la mañana, por pura manía; pero habitualmente se deja acunar por Morfeo hasta las ocho, por pura pereza.
Es entonces cuando comienzan las prisas. Apresurada, la princesita se introduce en la ducha y, tras lavar su sedosa cabellera con diversos aceites y esencias y dejarse acariciar por las tibias gotas de agua, se envuelve en finísimas toallas de algodón. Se viste atavía entonces con sus mejores galas y arregla sus rizos negros ayudándose de espumas de fragancia incomparable. Camina entonces, acompañada de dos de sus mejores amigos y consejeros, hasta el real instituto en el que cursa 2º de bachillerato. Tras seis arduas horas de monárquicas labores, emprende de nuevo el camino a palacio. Degusta allí una suculenta comida y acude un poco más tarde a clases de refuerzo de física, química y matemáticas (que sí, que ella es listísima, pero una reina debe cuidar tanto su mente como su cuerpo)... Cuando finalmente regresa a sus aposentos, debe acabar una serie de tareas pendientes requeridas por su delicadísimo oficio de majestad. Y entre los monosacáridos de biología, la sintaxis de lengua, las preguntas de historia y los apuntes de filosófía el reloj toca las doce. Y cual cencicienta, la princesa abandona su cuerpo en manos del sueño entre sábanas de hilo...

...pero a pesar de todos estos treje-manejes, Su Alteza está contenta, porque al final del día ha aprendido muchas cosas: en filosofía, que el "hombre es un lobo para el hombre", en química que las rayas espectrales de un elemento se desdoblan cuando es sometido a un campo magnético; en historia, que Enrique IV era impotente -que no importante-; y, lo mejor de todo, en biología -y cito textualmente la frase de la profesora-, que "las vacas viven en simbiosis con unas bacterias que les proporcionan la enzima celulasa, y por eso pueden comer madera".

Qué dura es la vida de una princesa... os lo dice una republicana!
...

Mis ojos ven a Mafalda y a Felipito
Mis oídos escuchan Mrs. Robinson. The Beatles

quarta-feira, outubro 18, 2006

post-it-éame

Image Hosted by ImageShack.us

¡¡¡Que maravillosos papelitos, con su banda adhesiva detrás y de mil formas y colores!!! Ellos fueron mi primer amor estudiantil... y he llegado a depender de su presencia hasta el punto de necesitar al menos uno en la portada de cada libro de texto.
Un amor adolescente que ha ido a más, pasión apoyada por la increíble funcionalidad de mis amantes.
Los he tenido tan variados como mis pensamientos. Con forma de manzana, de corazón, de bocadillo de cómic, circulares, la planta de un pie, con el dibujo de una sandalia... De color verde, el clásico amarillo pollito, azul celeste, degradados... ¿Mis favoritos? Como no podía ser de otra manera, los rosas.
Podría dejarlos de lado y recurrir a una agenda o a simples anotaciones en cualquier papel, pero eso sería traicionar a aquellos que han estado conmigo desde que comencé a merecer el nombre de "estudiante".
No sé si me gustan por sus colores (yo soy muy de colorinchos) o porque me permiten clasificar el torbellino de ideas y asociaciones que a cada segundo pasan por mi mente.
De todos modos, no os preocupéis, los reservo para libros y apuntes de clase. No tendréis que andar esquivándolos si venís a mi casa.
...
Mis ojos ven una espalda llena de sabiduría.
Mis oídos escuchan "One safe place". Marc Cohn.

terça-feira, outubro 17, 2006

do-re-test

Image Hosted by ImageShack.us


Responde solo con títulos de sus canciones. Escoge a 5 personas para que sigan el test, pero sin olvidar avisarles que han sido elegidos

1. Eres hombre o mujer?: "No soy Bo Diddley" - Fito & Fitipaldis
2. Descríbete: "Eres funky" - MClan
3. Qué sienten las personas acerca de ti ?:"Filosofía barata" - MClan
4. Como describirías tu anterior relación sentimental?: "Do you want to" - Franz Ferdinand
5. Describe tu actual relación con tu novi@ o pretendiente: "Caramelo" - Pereza
6. Donde quisieras estar ahora?: "Guantanamera" - Compay Segundo
7. Como eres respecto al amor?: "All you need is love" - The Beatles
8. Como es tu vida?: "La merienda" - Pauline en la Playa
9. Qué pedirías si tuvieras un solo deseo?: "Quiero hacerlo esta noche contigo" - Pereza
10. Escribe una cita o frase sabia : "Si el norte fuera el sur" - Ricardo Arjona
11. Ahora despídete: "Bye bye baby" - Bay City Rollers

[mis elegidos para continuar este test... Aki_yo, Dave, Nachingerz, George y Maika -por ser los cinco que comentaron en el anterior post]
...
Mis ojos ven una foto de
Caleidoscopio
Mis oídos escuchan "Noches de boda" - Joaquín Sabina y Chavela Vargas

segunda-feira, outubro 16, 2006

Strawman

Image Hosted by ImageShack.us


El otro día soñé que me casaba con un hombre de paja que era alérgico a todo aquello que no fuese paja. Yo, en un acto propio de una novia enamorada, le fabricaba unos zapatos de paja; porque exponer las plantas de su paja-pie al mundo le provocaba unas terribles y dolorosísimas ampollas de paja. Era yo una científica de renombre que inventaba un tejido de paja para mi maridín, con tintes a base de paja. Con esta tela le fabricaba un precioso abriguito azul con grandes botones blancos (de paja).

Éramos felices así, paseando; yo con mis maravillosas katiuskas rosas y él con su azulado abrigo y sus zapatos "pajosos". Tenía que ponerme unos guantes de paja para poder tocarle, pero no me importaba porque todo era amor y corazones de paja...

...estaré loca???
...
Mis ojos ven un amor imposible.
Mis oídos escuchan "No soy Bo Diddley". Fito y Fitipaldis.

domingo, outubro 15, 2006

sábado, outubro 14, 2006

so sweet

Image Hosted by ImageShack.us


Hay muchas cosas que me relajan, y cuando tengo una semana -o día- de esas en las que crees que acabarás enloqueciendo, procuro buscarme un momentito para realizar alguna de ellas. La mayoría no son actividades típicas de gente de mi edad, pero el hecho de que George haya reconocido su gusto por las novelas me anima a mostrarme al mundo tal como soy (una vez más)
Me gustan las series de médicos, pero de eso ya he hablado y no pienso volver a hacerlo.
Me gusta tumbarme en la cama y escuchar ópera o música clásica. Cierro los ojos, subo el volumen y dejo que la melodía me envuelva. Tiemblo con el Nessun Dorma y dejo que el concierto nº 1 para piano de Tchaikovsky me transporte.
Me gusta hacer punto. Empecé cuando era muy pequeña, porque me daba envidia ver a mi madre calcetar. Me compró una lana rosa y me hice una bufanda de punto bobo. Quedó gordísima y desigual, pero estaba orgullosa de ella. He mejorado algo desde aquella vez y ahora estoy haciendo un chaleco de ochos verde manzana (la que de verde se viste...)
Me gusta hacer pasteles. Todo el mundo dice que se me da bien -sobre todo el tiramisú-, que he heredado las manos de mi abuela. Yo solo sé que me relaja mezclar harina, huevos y azúcar; untar moldes de mantequilla y decorar tartas con chocolate y naranjas confitadas.
Esta semana ha sido agotadora. Así que he dedicado mi sábado a ver algunos capítulos de Anatomía de Grey, a escuchar a Bach, a hacer un bizcocho de chocolate relleno de mermelada de naranja (también le hice un Brownie gigante a mi hermana, que aunque es una bruja-piruja se lo merece) y a darle unas vueltas a mi futuro chaleco verde (...por guapa se tiene)
...
Mis ojos ven "Arbol que nace torcido jamás su tronco endereza". Una fotografía de Cirenaica Moreira
Mis oídos escuchan Colors. Una canción de Amos Lee.

quinta-feira, outubro 12, 2006

a corazón abierto

Image Hosted by ImageShack.us


No sé por qué escribo esto, ni por qué lo hago ahora. Tan solo sé que me he pasado toda la tarde viendo series de médicos y que la adrenalina fluye por mis venas como si fuese yo quien ha operado a esa gente, quien les ha salvado la vida.
He visto todos y cada uno de los capítulos de cualquier serie que trate de medicina. Y todas provocan en mí la misma frustración.
Dice mi madre que yo sería una buena doctora, que lo ha sabido desde la primera vez que me cogió en brazos. Y eso me hace pensar que si ella lo dice, si lo siente tan dentro, debe de ser verdad (todos sabemos que las madres conocen a sus hijos mejor que ellos mismos). Mamá sabe cuándo estoy enferma antes incluso de que yo sienta algún síntoma, huele cuando algo va mal, percibe cada uno de mis latidos y los interpreta siempre correctamente. Y yo me pregunto por qué va a equivocarse ahora.
No sé si quiero ser médico. Reconozco que es un campo que me atrae. Mi afición por las series-de-doctorcitos va más allá. Anoto los nombres de las enfermedades, de los tratamientos y pruebas de diagnóstico. Luego busco información, recopilo datos. Por eso sé que la medicina me gusta. La vivo y confío plenamente en ella.
Una decisión difícil la de elegir mi futuro en los próximos nueve meses; un bebé que no estoy preparada para asimilar, un embarazo adolescente. Es demasiado temprano para sentarme fríamente y decidir, porque mi veredicto marcará mi destino.
A mis dieciséis añitos me debato entre volar al mando de un aeroplano o salvar vidas en tierra firme. Tal vez me haga médico de abordo de un avión...
...
Mis ojos ven House. Yaunque la serie que me ha tenido atrapada todo el día ha sido Anatomía de Grey me quedo con Greg (el doctor Burke tampoco está mal).
Mis oídos escuchan un leve maullido de Dolly, mi gata.

quarta-feira, outubro 11, 2006

fiu-fiu

Image Hosted by ImageShack.us


Todos tenemos miedo. Por muy fuerte que parezcas siempre habrá algo (aunque se trate de la cosa más ridícula del mundo) que haga que tu cuerpo tiemble y se te ponga la piel-de-gallina.
Mi gran temor es la oscuridad. Y sin embargo adoro el negro. ¿Paradójico?. No lo sé... pero es así.
Únicamente soporto la ausencia de luz en mi habitación. Lo que más odio... el pasillo!. Tan largo, estrecho, sin una sola luz; el suelo de madera cruje cuando lo piso, la puerta que da acceso a él no cierra bien y chirría con cada corriente de aire.
Estoy firmemente convencida de que este pavor que tengo al pasillo-sin-luz proviene de mi más tierna infancia. Porque antes dormía en otra habitación, la cual daba directamente al corredor. Y cuando mi mentecita infantil era bombardeada durante la noche por numerosas pesadillas me veía obligada a cruzar aquel silencioso infierno lleno de ruídos. Curiosamente, el 80% de mis sueños-indeseados guardaban una estrecha relación con el objeto de mis temores.
Era entonces cuando acudía llorando a la cama de mis padres y ellos, adormilados, me hacían un hueco justo en el centro. El lugar más seguro.
Harto de mis continuos paseillos mi padre optó por darme una solución a mi problema. Silbar. Me aseguró que mientras silbaba nadie podría atacarme.
Ahora me río de aquella absurda solución... pero el ver a mi hermanito silbando mientras intenta atravesar el pasillo provoca en mí una increíble ternura.
...
Mis ojos ven "Alegoría del sol". Salvador Dalí.
Mis oídos escuchan "A la primera persona". Alejandro Sanz

segunda-feira, outubro 09, 2006

feliz navidad

Image Hosted by ImageShack.us


Hoy he ido a visitar a mi queridísima Cristi, que está enfermita por mi culpa -yo le presté los bichitos que la han puesto mala-. Como siempre que estoy con ella nos entretuvimos (palabra que no tiene que ver con tener, sino con retener) haciendo payasadas y viendo tonteriucas en internet. Así que nos dieron las seis, y las siete, y las ocho... Entre risas y caballitos ya eran casi las nueve cuando puse de nuevo el pie en la calle.
Como no llevaba mi maravilloso jersey rosa-bebé encima, el vello de los brazos se me erizó. "Ya hace frío", pensé. Quedé entonces obnuvilada, me detuve en seco y observé. El cielo estaba oscuro, la calle iluminada por las farolas parecía más naranja que nunca. Todos los humanos que caminaban a mi alrededor portaban ya abrigos o chaquetoncitos-de-entretiempo.
Y esta cabecita-loca fue asaltada por una sensación extremadamente agradable: la Navidad. Me embargó la emoción y me vi a mí misma comprando regalitos e introduciéndolos en bolsitas de celofán con gominolas y grandes lazos de raso-rosa.
Soy una no-creyente-navideña, ¿y cómo se come eso?. Pues con ilusión de niño pequeño y cariño de mami primeriza.

Y, aunque su casa está a un pasito-de-tortuga de la mía, hice el recorrido más contenta que unas pascuas y con los niveles de alegría a la altura del Everest.

...
Mis ojos ven Pesadilla antes de Navidad, de Tim Burton.
Mis oídos escuchan "What'd I Say", de Ray Charles.

sábado, outubro 07, 2006

háganme el favor de ser felices

Image Hosted by ImageShack.us


En un mundo primerísimo como es el nuestro, en el que todo son comodidades y prisas, no encuentro explicación al hecho de que todavía siga habiendo gente amargada, gente que se preocupa por cuestiones insustanciales que la vida le plantea, gente que está convencida de que la desgracia acecha.
Curiosamente el mayor de los problemas es el desconocimiento que tenemos de nosotros mismos, aspecto que deriva de la ausencia de tiempo libre (el de que los grandes filósofos de la historia gozaban de grandes cantidades de este preciado bien es un hecho). Correteamos de aquí para allá mirando el reloj, porque no llegamos al trabajo. O porque tenemos un examen. O porque la niña llora. O simplemente porque tenemos que.
No prestamos la atención necesaria a las buenas noticias. Pero no es porque no queramos, sino porque no tenemos el tiempo necesario para saborear cada pizquita de felicidad.
Yo desde aquí invito a las víctimas del estrés a que lleven a cabo esta receta:

Ingredientes:
Una persona con preocupaciones
Un lugar solitario en el que estar cómodo.

Procedimiento:
Introdúzcase al ser humano en el ambiente deseado. (Música al gusto del comensal)
Adóptese una posición relajada, apáguense los móviles y fúmese si se considera necesario.
Reflexiónese entonces sobre la propia persona, sin comparaciones ni autocompasión.
Si se ha seguido la receta al pie de la letra, se llegará a un estado perfecto de cocción en el que el ingrediente principal (léase usted) alcanza la felicidad, sino absoluta, parcial.
¡¡¡Así soy yo y al que no le guste que no mire!!!
Sírvase frío, reflexionado, y gritando.

Tiempo: el necesario (que no el disponible)
Dificultad: mínima si se realiza con interés.

...
Mis ojos ven una cara roja-rojísima, de pintura-pinturísima.
Mis oídos escuchan el silencio en estado puro.

sexta-feira, outubro 06, 2006

pa-Ta-ta

Image Hosted by ImageShack.us

¡Qué gran misterio el de las fotos carnet! Tú entras en la cabina como siempre, monísima y puestísima. El pelito arreglado y la sonrisa-de-anuncio-de-dentífrico. Colocas el taburete a tu medida, cierras la cortina, introduces la moneda y... [FLaSh] ...sales con los ojos cerrados, la boca torcida, hablando o estas tres cosas al mismo tiempo.
Tras años (que no son muchos pero sí algunos) de arduas investigaciones he llegado a la conclusión de que dentro de cada fotomatón habita un curioso ser. Llamémosle "Dedefordefo" -Demonio deformador de fotos-.
Esta criaturita se limita a sentarse cerca de la ranura-exprendedora-de-fotos y a lanzanzar hacia nuestros mini retratos unos curiosos rayos mágicos imperceptibles al ojo humano. La radiación emitida por el Dedefordefo modifica nuestra imagen, convirtiendo los narcisos en cardos o narcisos un poquitín más feos.
De este modo el Dedefordefo cumple su lúdico objetivo: el de hacer que todo habitante del planeta luzca en sus documentos oficiales un careto-monstruoso.

...
Mis ojos ven mi cara... ocho veces
Mis oídos escuchan Joaquín Sabina y Andrés Calamaro, "Todavía una canción de amor"

quinta-feira, outubro 05, 2006

caÓtico

Image Hosted by ImageShack.us


Me encuentro en un estado lamentable, aunque tengo estado peor. Mi cuerpo pide a gritos agua o, en su defecto, cualquier substancia líquida. 16 fueron las veces que vomité en las últimas 24 horas. Un virus, o eso dicen.
A mi alrededor un caos total. La verdad es que nunca he sido demasiado ordenada, pero ahora no tengo la iniciativa y, sobre todo, las fuerzas necesarias para levantarme y vencer mi vagancia... poner un poco de orden en esta habitación. Anarquía total en la sala, los zapatos campan a sus anchas por el suelo de corcho y mi zapatero rosa está totalmente cubierto de ropa. Las paredes siguen siendo verdes.
Quiero ordenarlo antes de irme para cama -otra vez-, porque sé que si no lo hago ahora no lo haré nunca. Y si la tarea no es llevada a cabo antes de las doce de la noche todas mis delicadas prendas de vestir formarán una asociación con mis zapatos, uniéndose de manera simbiótica beneficiando a todos menos a mí.
Y en la oscuridad de la noche, el terrible monstruo de tela me engullirá y yo me dejaré llevar sin oponer resistencia alguna, agotada tras horas de lucha contra mi propio cuerpo. Siendo recordada en años venideros como "la joven que fue víctima de su adicción a la moda".
...
Mis ojos ven una tremenda explosión, como la que se producirá en mi habitación si no me pongo manos a la obra
Mis oídos escuchan "A mis cuarenta y diez". El gran Joaquín Sabina.

quarta-feira, outubro 04, 2006

burning myself by a stranger

Image Hosted by ImageShack.us


Esta noche he soñado con él y cuando le he visto por la mañana he bajado la mirada, como si él pudiese ver reflejado mi sueño en las niñas de mis ojos.
Le he visto muchas veces, coincidimos en algunas clases aunque nunca hemos compartido una conversación. Así que no es amor. Pura atracción... ¿sexual?. Quién sabe... tal vez sea simplemente un sentimiento platónico, casi místico.
El sueño parecía sacado de la bóveda de la capilla Sixtina; mezclando esa castidad con la que los ángeles censuran las imágenes y la sexualidad exudada por las figuras semi-desnudas. Ni velas, ni rosas rojas, ni romanticismo a orillas del mar. Simplemente una oscuridad abrumadora, el negro que todo lo envuelve, el color de la muerte que nos rodea llenándonos de vida. Nuestras pieles no se rozan en ningún momento, y nosotros no podemos hacer nada ante esa sensación que casi nos asfixia. El vello se eriza y la respiración, entrecortada, se pierde en la humedad del ambiente...
...
Mis ojos ven una fotografía del gran Steven Klein
Mis oídos escuchan "God only knows".
Mis manos quieren dedicar este texto a Dave, que me pedía algo más personal.

terça-feira, outubro 03, 2006

próxima parada: Gregorio Marañón

Image Hosted by ImageShack.us


Lo que más me gustó de Madrid fue el metro. Me pasaría horas y horas dando vueltas. De pie o sentada. En silencio. Observando.
Puede resultar paradójico que mi parte favorita de una ciudad sea esa que no se ve, la que está bajo sus cimientos.
La primera vez me perdí. Tomé la dirección contraria. Pero como soy una chica muy lista pronto le pillé el tranquillo. Así que la segunda vez, con sólo hechar un vistazo al plano, plín. (Y seguro que si hubiese estado allí más de cinco días ya ni el mapa)


El tercer día me tocó hacer el recorrido más largo. Me "acomodé" en mi barra y me dediqué a memorizar las caras de todos los metro-viajeros. A mi derecha un hombre muy mayor. El escaso pelo finísimo y blanco, las manos más arrugadas que he visto nunca y los ojos llenos de una vitalidad increíble. A su lado una mujer joven de ojos rasgados, el vientre lleno de vida y una sonrisa permanente. Enfrente dos chicos con la piel más negra que el carbón y los dientes como la espuma de las olas. De pie, a mi lado, un monje budista; túnica granate y sandalias de cuero. Nunca había visto uno. A mi izquierda una pareja de etnia gitana. Él lleva su larga melena azabache recogida en una coleta, a hombros un canguro con un bebé de apenas dos meses. Ella lleva las bolsas de la compra y les mira con ternura. Un niño de unos tres años se tira en el suelo y hace rabiar a su madre quien, con la cabeza cubierta por un pañuelo, le riñe en árabe. Una pareja habla en francés a escasa distancia de mí. Todos tienen algo en común y un océano que los separa.
Enciendo mi maravillosa iPod verde y, a ritmo de Ray Charles, me sumerjo en ese cosmopolitismo que, para qué mentir, me encanta.

...
Mis ojos ven "Con faldas y a lo loco"
Mis oídos escuchan "Nueces". Coti e Ismael Serrano

segunda-feira, outubro 02, 2006

Image Hosted by ImageShack.us


Él una estrella de la música.
Yo en ocasiones tengo que recordarle a mi abuela cómo me llamo.
Acaba de llegar de cantar en la gala.
Yo vengo de escucharle.
Él está sentado a la entrada del hotel.
Yo, de pie y de espaldas, escucho no muy atenta una conversación entre mi padre y un señor que no conozco.

Me giro y le veo.
Me está mirando.
Sonrío y sonríe.
Vuelvo a darle la espalda.
Vuelvo a girarme.
Me guiña un ojo.
Vuelvo a sonreír.
Me tengo que ir.
-Buenas noches.
-Buenas noches.
Últimas sonrisas.

Tenía que contarlo.

...
Mis ojos ven (y recuerdan) a Carlos Tarque.
Mis oídos escuchan M-Clan. "Lola"

chucu-chucu

Image Hosted by ImageShack.us


Cuando observas la noche desde un tren, tumbada en una litera y escuchando a los Beatles todo se vuelve diferente.
"Lucy in the sky with diamonds" se convierte de repente en la banda sonora perfecta.
El sueño no llega porque con cada curva las paredes tiemblan y un ruído infernal sacude tu cabeza. Creedme cuando os digo que nunca pensé que Galicia fuese tan curvilínea.
Me acordé de la película "Extraños en un tren". Pero también de ese capítulo de "Sexo en Nueva York" en que dos glamourosísimas amigas llamadas Carrie y Samantha, hacen un largo viaje en un coche-cama-de-lujo que resulta ser un coche-litera-no-tan-lujoso. IDEM.

El plan para la primera noche es un cocktail en la Real Casa de Postas con Esperanza Aguirre. Sobre mi cuerpo un vestidito negro y gris muy sesentero, leggins y mis manoletinas de charol negro y punta afilada. Conocer a la Espe no me ilusionaba demasiado, pero esto son negocios.
La segunda cena es algo menos formal. Pero me planto mis pitillo negros y una preciosa camisa de seda gris-lavanda y hago esfuerzos por ingerir el primer plato: foie.
A la tercera va la vencida. Yo impresionante (modestia aparte). Gala de presentación de la nueva programación. Vestido negro años cincuenta. Mezcla de seda, algodón y lino. Peep toes negros y un moño italiano. El toque de color lo da un enorme anillo de laca rosa.

...
Mis ojos ven "Extraños en un tren"
Mis oídos escuchan "You'll never walk alone". Elvis.